Julio Rodríguez no pudo llevar a los Marineros de la postemporada, pero indudablemente tuvo una temporada de éxitos, en la que logró mantener al conjunto de Seattle en hasta la penúltima fecha de la serie regular en la pelea por avanzar más allá de la primera etapa de la campaña.

Rodríguez superó con creces su actuación de la pasado temporada, cuando conquistó el premio al Novato del Año, y demostró que para él no existe la llamada “maldición del segundo año” situándose como el líder indiscutido de los Marineros y alcanzando niveles de producción que lo posicionan entre los principales candidatos al premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana.